Textiles restauración

¿Cómo elegir el textil para restaurante?

Las telas y los diferentes textiles son vitales en los negocios de hostelería. Restaurantes, hoteles, cafeterías y sitios de brunch de cualquier estilo y comida requieren por igual mantelería, paños de cocina, cortinas, servilletas de tela, además de las sábanas y toallas de alojamientos y los usados para tapizar muebles como sillas, taburetes o sillones.

Los clásicos suelen ser blancos porque transmiten limpieza y confort. Pero, dependiendo de la marca y la imagen corporativa del local de hostelería, pueden ser personalizados con el logo o los colores empresariales.

Lo reglamentario por higiene y, sobre todo tras la pandemia, es que los manteles y servilletas de tela de los restaurantes se cambien cada vez que los comensales paguen la cuenta. Por eso el stock debe ser grande y los materiales resistentes para aguantar lavada y secada, tras lavada y secada.

Manteles de telas: los más elegantes

Existen manteles de plástico o de materiales sintéticos, pero los manteles de tela son los mejores para cafeterías y restaurantes porque son estéticos y sofisticados.

Además, hay un textil para cada necesidad y de los colores y diseños más variados que satisfacen todos los estilos. Sea un restaurante 5 estrellas o una cafetería minimalista, moderna o audaz.

Hoy por hoy, las telas para manteles de restaurante tienen capacidades y características únicas como tratamientos antimanchas o de repelencia a insectos y alta resistencia a detergentes y blanqueadores desinfectantes, así como a altas temperaturas a las cuales se lavan y esterilizan los paños de cocina y los manteles.

Ahora bien, los textiles de restaurantes deben cumplir dos funciones fundamentales: diseño atractivo y practicidad y resistencia. Cuando se trata de manteles, deben ser de tejidos duraderos, pero que conjuguen, asimismo, diseños llamativos y bonitos.

La razón es simple: las mesas suelen ser las protagonistas en un restaurante o cafetería. Por eso, no solo tiene que ser telas fuertes para lavarse y secarse a menudo, sino que deben representar la marca del negocio.

Para los manteles de restaurantes los textiles varían muchísimo y van desde el algodón al nylon o a combinaciones de diversos hilos que les confieren la estética y durabilidad requerida.

Tanto el algodón como el poliéster o nylon son resistentes a los detergentes, pero el algodón soporta mejor las altas temperaturas. Aunque las fibras sintéticas de poliéster o nylon son menos propensas a las manchas pegadas.

Estas últimas también tienen la ventaja de que pueden lavarse en ciclos más cortos, por lo que se usa menos agua y energía. También se secan más rápido, lo cual es rentable en lo que a la utilización de la electricidad se refiere.

En este sentido, será el dueño del establecimiento quien decida qué material elegir en virtud del tipo de negocio. Por ejemplo, en un restaurante familiar al que suelen ir niños es mejor usar los textiles sintéticos. Pero, en un sitio al que suelen ir ejecutivos u hombres de negocio, se puede usar el algodón o lino.

Manteles redondos: la estética familiar

Los manteles redondos son, obviamente, para mesas de esta forma. Estas mesas son ideales para restaurantes familiares en los que, puede añadirse sin problema un puesto más en caso de que la familia sea numerosa.

Sin embargo, las mesas redondas suelen necesitar más espacio o se debe reducir el número de mesas en el mismo local.

Los manteles redondos para restaurantes suelen tener un atractivo familiar y peculiar y son muy usuales los de cuadros y de rayas que dan un toque casero a todo establecimiento.

No se debe dejar pasar por alto los manteles redondos blancos que, como se dijo, al inicio, siempre dan la sensación de limpieza que debe imperar en todo establecimiento de comida.

Manteles individuales: el toque minimalista

Los restaurantes de comida rápida o los minimalistas suelen usar manteles individuales porque son más adaptables y no interfieren con la sencillez o la practicidad a la vez que son muy higiénicos.

Estos poseen, además, otra ventaja y es que solo se usan los manteles individuales requeridos. Si solo son dos comensales se usarán dos manteles y si son cuatro, igual número de manteles.

Esto es algo bueno desde el punto de vista de la energía, el agua y el detergente empleados para lavarlos porque las cargas de la lavadora irán acorde a los comensales atendidos y no se desperdiciarán recursos.

Es decir, no es lo mismo lavar un mantel individual que lavar uno completo una mesa en la que solo ha cenado una persona.

Paño de cocina: su importancia en los restaurantes

Seguramente se ha visto en la TV o en YouTube como los chefs que preparan una receta usan esos paños de cocina de un blanco prístino. Pues, este es un componente importante en todo restaurante, sea del tamaño que sea.

Los paños de cocina deben ser de algodón o lino porque deben poder lavarse a temperaturas altas y desinfectarse. La humedad y los restos de alimentos son los propicios para que en el tejido de estos nazcan y proliferen bacterias que podrían ser el caos para cualquier restaurante.

Además, tan pronto se ensucien se deben sustituir. Otro factor importante es diferenciar siempre los paños de cocina para secarse las manos, los de limpiar superficies y los de usar para pasarlos sobre las tablas o mesas de corte y amasado.

Los de un propósito no deben emplearse para otro porque puede darse una contaminación cruzada y ser peligroso para la salud de los trabajadores y comensales.

Paño de cocina blanco: ¿por qué es el mejor?

Los manteles pueden ser de cualquier color, pero los paños de cocina de un restaurante deben ser blancos por la sencilla razón de que si quedan manchas o restos de comida (futura contaminación) es fácil detectarlos y lavarlos nuevamente o desecharlos.

La cocina de un restaurante tiene que cumplir con estrictas normas sanitarias y los paños son focos de microbios nocivos que pueden desencadenar infecciones letales con el subsiguiente cierre del negocio por las autoridades.

Por tal, lo mejor es optar por paños de cocina blancos de algodón o lino que puedan lavarse con desinfectantes potentes y con calor extremo.